Hoy os queremos hablar sobre un producto que presenta multitud de beneficios y que para muchos puede ser todavía un desconocido, se trata del aceite de almendra.
En primer lugar, debemos saber de dónde proviene el aceite de almendra. Como su propio nombre indica, obtenemos este aceite a partir de la almendra dulce, se puede obtener mediante tres procesos distintos: Fluidos supercríticos, disolventes y mediante el prensado en frío.
El prensado en frío es el proceso más usado para la obtención del aceite de almendra virgen, se trata de un sistema natural que permite conservar todos los nutrientes de la almendra, logrando así un producto de calidad.
Una vez que la almendra es procesada, es decir, se le ha quitado la cáscara dura externa mediante el descascarado, ésta es triturada hasta conseguir una especie de harina, para más tarde someter esta harina a un proceso de prensado en frío para desgrasarla y obtener así el preciado aceite de almendra.
Podemos encontrar aceite de almendra convencional y aceite de almendra bio o ecológico, es decir, sin tratamientos químicos.
Este aceite presenta un color amarillo pálido, con un olor natural y una textura algo viscosa.
Una vez que ya sabemos de dónde viene y cómo se obtiene, pasaremos a describir las propiedades y usos que tiene este producto.
El aceite de almendra se caracteriza por ser rico en nutrientes. Se trata de un potente antioxidante, rico en ácidos grasos insaturados, con alto contenido en hierro, zinc, calcio, proteínas, vitaminas A, B Y E
Este aceite puede ser usado tanto para el cabello como para el cuerpo.
Presenta numerosos beneficios para la piel, destacando su poder de hidratación, que nos ayuda a conservar la piel en buen estado, hidratada y nutrida, a lo que el hecho de ser emoliente también favorece puesto que consigue ablandar, suavizar la piel y además prevenir las arrugas y estrías.
Cuenta también con propiedad antiinflamatorias lo cual hace que se adecuado para pieles irritadas o que ha sufrido algún tipo de abrasión. Para los bebés también es aconsejable su uso, sobre todo para el tratamiento de la costra.
Su uso en el cuero cabelludo vas más allá de la hidratación, el aceite de almendras, se ha demostrado que ayuda a combatir la caspa, por lo que resulta muy importante su presencia en los tratamientos anti caspa.
Es además muy frecuente su uso en los masajes corporales ya que su textura hace que sea muy sencilla la adaptación al cuerpo.
Por todo ello, podemos decir que estamos frente a un excelente producto, que tanto por sus características como por sus propiedades, resulta muy beneficioso para nuestro cuerpo, además, si se trata de aceite de almendra virgen ecológico, muchas de las propiedades se multiplican.